Pablo Albo nos deleita esta vez con fragmentos de relatos para coleccionar. Construye una familia que vive entre dunas, gusanos de seda y cartas de amor, mientras nos da a entender que en esta obra lo normal es lo que escogen los protagonistas y no lo que el lector imagina como tal.
Por eso se inventa una manera de explorar el mundo a partir de objetos que se escapan de lo cotidiano pero que sirven para imaginar a una familia peculiar y ayudan a crear un entorno tierno y cómplice con el que lee.
Las ilustraciones corren a cargo de Pablo Auladell y complementan esa atmósfera nostálgica y evocadora que dejan intuir los textos. Los personajes se convierten en rostros antiguos cuyos cuerpos son simples líneas con algún vestigio de color. Estampados y pequeños detalles completan las imágenes.
Diógenes, editada por Kalandraka, recibió el Premio Lazarillo de creación literaria 2008.