Este juego de memoria de Bajo representa 18 pares de imágenes sencillas para niños y niñas a partir de 3 años. Como todos los juegos de pareja, la dinámica es la misma: colocaremos las fichas boca abajo al azar y sin verlas previamente e iremos levantado por turnos, dos fichas. Si al darles la vuelta son iguales, nos quedamos la pareja, si no, volvemos a colocarlas boca abajo en el mismo lugar. ¿Serás capaz de recordar dónde estaba el otro sombrero? ¿Y la pareja del coche? Un juego de concentración, agudeza visual, observación y memoria que acercará a lxs más pequeños de casa al juego reglado, mientras aprenden a reconocer elementos cotidianos y aumentan su vocabulario. Apto a partir de 3-4 años y para dos o más jugadores. Un precioso juego de Bajo con la calidad y sensibilidad a la que nos tienen acostumbrados. Fabricado en Polonia con maderas sostenibles y tintes atóxicos. Un juguete ecológico y de consumo responsable.
Este juego de memoria de madera es imprescindible en nuestra colección para personas pequeñas. Cada pieza e ilustración está hecha a mano y pintada a mano con pintura al agua. Este juego de memoria se basa en alimentos u objetos que encontrarías en casa. Este juego se puede jugar solo, con amigos y con la familia. Todo lo que tienes que hacer es barajar las 36 piezas y dejarlas boca abajo, probando y mejorando tu memoria. Cada jugador puede tener un turno para voltear dos fichas, tratando de hacer coincidir dos de la misma imagen. Este juego es muy divertido y seguramente te mantendrá ocupado. Hecho para mayores de 3 años en adelante. Tamaño: 2" x 2" x 0,5". Ahora viene en una bonita caja de cartón kraft.
Sobre el fabricante:
BAJO. Los hermosos juguetes de madera de Bajo han sido diseñados y fabricados en Polonia desde hace 25 años. Estos juguetes de primera categoría son maravillosamente táctiles e inspirarán el juego y el aprendizaje imaginativos. El proceso de fabricación es verde de principio a fin: la madera sostenible de haya, abedul, sicómoro, acacia, cerezo, nogal y ciruelo proviene de bosques cuidadosamente gestionados en Polonia. Los artesanos expertos transforman la madera en juguetes tratados con pinturas y aceites ecológicos, no tóxicos, y la madera residual se convierte en briquetas de combustible. Los juguetes bajo son excelentes para jugar de forma abierta y serán atesorados por los niños durante años antes de pasarlos a las nuevas generaciones para que los disfruten nuevamente.