¿Hacer tus propios juguetes? Una idea brillante y sostenible

Jugar es sin duda la actividad más importante de la infancia. Jugar en sí mismo implica no sólo la puesta en marcha de habilidades sociales, motrices o imaginativas, jugar, al menos como nosotros lo concebimos, es un acto creativo siempre. 
En este Blog les he contado muchas veces los beneficios emocionales y cognitivos ligados al acto de jugar. Hoy me apetecía hablarles acerca de las bondades de que sean lxs propios niñxs, los que creen, fabriquen y decoren sus propios juguetes. Jugar con un juguete del que tú has formado parte, implica una conexión que va más allá del propio objeto. Porque un juguete hecho a mano, siempre lleva impresa la esencia de quien lo ha diseñado y creado, una suerte de firma personal que lo hace único y especial entre todos los demás: esa cometa que construiste con papá y mamá así como el recuerdo de la vez que salieron a volarla acompañará tus recuerdos de infancia.
La diferencia entre un juguete comprado y otro fabricado, pasa también por el tiempo dedicado a ello. No es lo mismo jugar con algo que has comprado, que con un juguete al que tú has dedicado tu tiempo y al que probablemente asocies momentos de intenso vinculo afectivo con quien te acompañó en el proceso.

1) Por eso un juguete que ha sido fabricado entre el/la niño/a y su mamá / papá / abuelx, implica un fuerte vínculo emocional con el objeto.

2) Crear tu propio juguete facilita el aprendizaje de los procesos y colateralmente, enseña al niño o niña a apreciar el trabajo de los artesanos y el esfuerzo que supone crear algo o lo que es lo mismo, el fomento del respeto hacia el trabajo creador de los otros. 

3) La oportunidad de sensibilizar a niños y niñas sobre el valor no tangible de las cosas. En estos tiempos en los que el valor del esfuerzo queda subordinado al valor material y monetario, reivindicar el valor invisibilizado del tiempo, el esfuerzo y la creatividad implícita en la fabricación de un producto que alguien ha pensado y producido con sus manos y talento, es un aprendizaje para la vida. 

4) Al aprendizaje de los procesos, va unido el aprendizaje de la paciencia. En una sociedad marcada por la inmediatez, rescatar los tiempos, la pausa y la dedicación que conlleva el proceso creativo, es sin dudarlo, un beneficio y una virtud que aunque difícilmente articulable en la dinámica atropellada en la que nos vemos inmersos a diario, se hace cada vez más necesaria.

5) El sentimiento positivo del logro de un objetivo está unido a la experiencia satisfactoria de empezar una tarea y acabarla. Y esta emoción es un poderoso estímulo para la auto-reafirmación y el refuerzo de la autoestima. De modo que el shoot de seguridad que produce culminar un proyecto será un poderoso acicate para la autoconfianza.

6) Por otra parte, cuando creamos un juguete va aparejado un refuerzo de nuestra identidad, puesto que el resultado obtenido, será a su vez, afín a nuestros verdaderos gustos, intereses y elecciones. Desde los materiales hasta las formas y los colores elegidos, así como todos aquellos guiños que el niño o niña decida añadir al objeto durante el proceso creativo, todos obedecerán a sus propios gustos e inclinaciones, haciendo del resultado cada vez un objeto único y personal.

7) Entre otros beneficios de fabricar en casa los juguetes, están el trabajo en equipo, la cooperación y el desarrollo de habilidades sociales que tanto favorecen el desenvolvimiento social y la inteligencia emocional al desarrollar la empatía y, con ella, mecanismos internos para gestionar la solución de problemas y conflictos.

8) Y por último, y como en todas las actividades manuales, creando nuestros juguetes fortaleceremos las destrezas de motricidad fina y de coordinación ojo-mano, amén del potenciar la imaginación y la creatividad.

En Kamchatka siempre hemos apostado por propuestas creativas que supongan el doble placer de juego, por una parte la realización de proyectos con materiales sostenibles para el planeta y al mismo tiempo aunar que el resultado de dicha actividad consista en crear objetos con los que podamos jugar a lo largo del tiempo. En ese sentido, la labor creativa tiene un doble incentivo y, como ya les he contado, múltiples bondades y beneficios que vale la pena no desdeñar. En nuestra web podrás encontrar ejemplos de esto, como nuestro kit para hacer un sombrero pirata con parche o los packs de KoaKoa, en los que podemos crear unas Gafas para ver como si fuésemos insectos, o una linterna para explorar y jugar con sombras y hasta ¡un sacapuntas para afilar nuestros lápices de colores!

¡Hasta la próxima, familias!