5 Tips Imprescindibles para escoger un juguete esta Navidad
Jugando aprendo
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Y no morir en el intento...
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Se acerca la Navidad y con ella las visitas nerviosas a las jugueterías. Listas y cartas a los Reyes Magos, Niño Jesús, Papá Noel, Olentxero, Befana o lo que se estile en su familia y, en medio del bombardeo de publicidad sobre perritos que hacen popó, robots supersónicos y videoconsolas que por hacer, hacen hasta el desayuno (lo que pareciera -no crean ustedes que no- la panacea de cualquier dificultad doméstica), ustedes: padres, madres y abuelos/as indefensos/as y desbordados/as, tratando de entender cómo funcionan todos y cada uno de los artilugios "superventas" que en la tele prometen ilusión ¿y cómo no? aquellos que "garantizado", se convertirán en el sueño cumplido de los/as peques de casa. Que sí, que lo sabemos, mucha información y en fechas señaladas ¡la ilusión lo merece todo!, pero ojo, no todo es como lo pintan.
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Pues en esas que están y heme aquí yo, tan pancha, que uso este post para soltarles sin piedad (y a riesgo de decir un despropósito) que la publicidad no siempre dice la verdad. En todo caso mi intención siempre es ayudar así que, ni corta ni perezoza estoy dispuestas a echarles un cable y ofrecerles una muy resumida lista de 5 tips básicos para comprar un juguete (sin morir en el intento). No me gusta sintetizar en exceso porque cada familia y niño/a es un mundo, pero también es verdad que, de entrada, puede ser muy útil para alivianar las preguntas sobre eso de escoger “un buen juguete”.
Partamos entonces de allí, ¿Qué es un buen juguete?
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En Kamchatka creemos que un buen juguete es aquel con el que disfruta su hijo/a. Sin más. Aquel que favorece su buen desarrollo emocional, cognitivo y simbólico. Un juguete que le permita imaginar, crear, transformar, comunicar y divertirse. En realidad un buen juguete es cualquier objeto que cumpla su función de juego en la más amplia acepción.
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El punto es, entonces, pensar en qué es un juguete. Y aunque en esto seguro que ya no tendremos tantas coincidencias, también es el mejor punto de partida para reflexionar sobre el tema. Un juguete es un instrumento de autodescubrimiento y de reconocimiento del afuera que, además, divierte.
Nuestras recomendaciones para escoger bien un juguete las resumiríamos en 5 puntos básicos:
1.- La edad es importante (pero más importante aún es saber cómo es tu hija/o)
¿Que quiere decir esto? Pues sencillo, hay una regla básica e infalible -y menos obvia de lo que se esperaría- que debemos tener en cuenta a la hora de adquirir un juguete: tod@s l@s niñ@s de 2, 4 o 5 años NO son iguales. De modo que si su retoño, por tomar un ejemplo, no tiene hermanos, usted no tiene mucho tiempo para jugar con él y no hay muchos vecinit@s con los que compartir, un juego de la oca no es la mejor opción.
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2.- Los juguetes con baterías NO son la única demostración de la modernidad y el avance tecnológico.
Hay momentos para todo, la tecnología está allí y su hijo/a seguro no se quedará atrás ni se convertirá en una analfabeta tecnológico si no maneja un iPad -como digno heredero de la era Jobs- mientras se bebe un biberón. No se preocupe, sabrá hacerlo cuando sea un poco mayor. Hay edades en las que lo fundamental no es ni siquiera con lo que juega, sino el vínculo que crea con los otros a través del juego. Padres y madres ustedes son insustituibles, no se nieguen ese privilegio. No hay prisa, el iPad vendrá más adelante, lo importante en la tierna infancia es que los estímulos sensoriales y los primeros aprendizajes, vengan de la mano de una figura con la que el/la niñ@ establece un vínculo de afecto. Así que durante los primeros tres años de vida -al menos- procuren que los juegos se conviertan en una experiencia de aprendizaje a través del descubrimiento, fomentando su curiosidad y el uso de sus manos, boca, ojos, oídos. Aprovechen las texturas y el desarrollo psicomotriz en estas etapas. Difícilmente podrán desarrollar adecuadamente estas habilidades, si no les damos las herramientas idóneas para ello a edades tempranas. ¡Ah, si! ¿qué pasa con las baterías? pues que harán que el juguete en cuestión raudo y veloz se encienda, camine, coma o ruede, mientras hace los ruidos correspondientes y parece casi vivo, ergo, su hij@ no tendrá que hacer nada más que encontrar el botón "ON" (y si usted es como yo, acto seguido buscará el "OFF") y quedarse "quieto-parado" como buen espectador viendo lo bien que "juega" el juguete: solito y casi sin necesidad de tener a su hij@ cerca, que para eso es un "Smart Toy". Palabrita de juguetera.
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3.- Tu hij@ tiene capacidades por descubrir, por favor, no le subestimes.
Hay veces que suponemos erróneamente que nuestr@ hij@ no está capacitad@ para hacer ciertas cosas. En estos casos, confíe en quienes han diseñado y creado el juguete -los fabricantes serios trabajan de la mano con pediatras, psicólogos y educadores- esto quiere decir que el hecho de que nuestr@ hij@ aún no haya despuntado grandes facultades en un área concreta no quiere decir que no las posea, tenga usted la seguridad de que su cerebro tiene el don de la plasticidad y los retos se convierten en un potenciador de la madurez, el desarrollo cognitivo y la curiosidad. Es obvio que, siguiendo el punto uno, la intención no es adelantarnos y comprar un juego de lógica pensado para 7 años a su hij@ de 2... el sentido común y su juguetería de confianza, sabrán aconsejarle, pero sobretodo piense que los retos, la constancia y la confianza en sí mismos se labran a fuerza de logros y frustración. Crea en él/ella, será un regalo que le marcará para siempre.
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4.- Los materiales SÍ importan.
Así como cuidamos lo que comemos debemos cuidar con lo que juegan nuestros peques. Es una cuestión de seguridad, ojo, no sólo de apreciación estética. Tomemos un momento para ver de qué y cómo están fabricados los juguetes que compramos. Si son de plástico y son para menores de 3 años, cerciórese de que no contengan BPA ni Pthalates (aditivos comunes en la fabricación de polímeros) pues son ALTAMENTE tóxicos por su acción como disruptores endocrinos. Si son de madera procure que sea madera certificada de bosque sostenible (FSC), mire que todo lo de madera no es ecológico por decreto: si para fabricar desforestan la Amazonia pues va a ser que muy eco no es. Un juguete bien hecho y seguro, le dará horas de tranquilidad. Por otra parte, la certeza de un juguete duradero es una buena inversión. La pintura empleada y los pegamentos utilizados también importan. Deberán ser solubles al agua los primeros y libres de formaldehídos los segundos. Si, imagino que estarán pensando: ¿y esta señora se cree que soy químico? Obviamente no, pero esa información debería (por legislación europea) ser suministrada en el empaque o debería conocerla quien le vende el juguete. Si no estuviera segura/o de tener toda la información, le recomiendo no adquirir el producto. Más vale prevenir que curar. -
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5.- Un BUEN juguete siempre es didáctico.
Si es usted de las madres/padres que se empeñan en dar a sus hij@s juguetes con los que aprendan, le felicito, pero permítame decirle que puede estar tranquila/o porque siempre que un juguete sea bueno es decir, tenga detrás un fabricante responsable y comprometido que cuente en su staff con diseñadores y especialistas del mundo infantil trabajando codo con codo, puede dar usted por seguro que su hija/o aprenderá jugando con él. Las cocinitas y las muñecas -que tan mala fama tienen en el mundo de los juguetes didácticos- también son una herramienta fundamental de aprendizaje: Desarrollan habilidades sociales y afectivas, lenguaje, valores, aprendizaje de roles -romper prejuicios- y alimentan la imaginación. Así que ¡adelante! los juegos / juguetes imaginativos son una gran fuente de aprendizaje. Que no todo son las matemáticas, hombre... que la creatividad que necesitamos "los de letras" (y los otros también) es muy importante porque nos ofrece mecanismos para resolver las dificultades y obstáculos que tendremos sí o sí, a lo largo de nuestra vida adulta.
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Pues ya está ¿has visto? He sido concisa y breve. No sé a ustedes pero creo que con estos 5 criterios a la hora de escoger un juguete ya no será tan difícil eso de comprar un juguete o ayudar a nuestro churumbele a escribir la carta a Sus Majestades... Bueno, por lo que a mí respecta, sólo me queda desearles una selección feliz y, de todo corazón, confiar en que esta modesta y humilde lista, les haga más ligera, sencilla -o por lo menos entretenida- la dura labor de elegir bien. Es importante hacer de la elección de un juguete un acto más concienzudo y sereno. Porque estamos convencidos de que escoger un buen juguete no sólo les deparará horas de entretenimiento a nuestros hijos/as sino también (y a eso apostamos fervientemente) les regalará momentos de encuentro afectivo, de oportunidades de desarrollo cognitivo y, sobre todo, de conformación humana. Ya lo sabe usted, los seres humanos nos hacemos jugando y eso es una verdad como una catedral. No nos cansaremos de insistirles en que va siendo hora de seleccionar con más criterio y compromiso aquello que damos a nuestr@s hij@s para jugar pues en ello va mucho del crecer y aprender sobre sí mismos y el mundo. Que jugar, ya lo saben ustedes queridos papás y mamás, jugar es una cosa muy seria!
Hasta la próxima!